Según datos publicados en el estudio Juventud
y Alcohol realizado por la Fundación Pfizer en 2013, «uno
de cada diez jóvenes de entre 12 y 18 años consume
alcohol cada semana, y poco más de un tercio, al menos una
vez al mes, en tanto que las tasas se elevan entre los jóvenes de 16 y
18 años hasta un 22,8% y 61,7%, respectivamente», esto quiere decir que los
jóvenes comienzan a tomar alcohol antes de los 13 años. Además, el 40% de los menores que beben lo hacen sin medida. Los datos en 2016 no
mejoran en absoluto, sino que empeoran drásticamente: según la ONG
Controla Club, en Valencia, un 10,8% de los jóvenes comenzó a beberen estas fiestas navideñas. La Fundación de Ayuda a la Drogadicción (FAD) ha estimado que hasta 37.510 estudiantes de
14 a 18 años han bebido a diario en el último mes, 285.700 se
han iniciado en el consumo de alcohol en el último año y 489.843 se
han emborrachado en los últimos 30 días, unas cifras verdaderamente alarmantes.
Ahí queda la noticia de la muerte de una niña de 12 años de San
Martín de la Vega por coma etílico tras un botellón. Pero ya no es solo la
edad, sino también el género: según la Encuesta Sobre Uso de Drogas en
Estudiantes de Educación Secundaria, el consumo de alcohol por parte delas jóvenes duplica al de los chicos, con un 13.8% frente al 7.7%. Todos estos
datos reflejan el consumo del alcohol, una de las llamadas drogas blandas,
junto con la marihuana y algunos analgésicos. La segunda mala noticia es que
esto no solo queda aquí, sino que también se traslada al consumo de drogas.
Según el informe anual del Observatorio Europeo de las Drogas, Españalidera el consumo de cocaína y cannabis en la UE, donde se encuentran 2,3
millones de adultos jóvenes de entre 15 y 34 años. Además, 8 de cada 10 jóvenes admitieron que las drogas les llevó a delinquir. Este consumo se
traduce en que Proyecto Hombre de Zaragoza atendió en 2016 a 133
familias y 125 adolescentes, donde el 63% eran menores de edad y
presentaban una fuerte adicción a las drogas y al alcohol.
Jóvenes haciendo botellón. Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/08/20/andalucia_malaga/1313840753.html |
Logo de Bokatas. Fuente: http://bokatas.org/ |
Bokatas es una entidad sin ánimo de lucro, de iniciativa social e independiente que
lleva en pie 20 años y que se define como «un proyecto de acción directa,
donde acompañamos a personas sin hogar, utilizando el bocadillo como medio para
acercarnos y dignificar la situación de las personas sin hogar». Su
labor consiste en dar alimentos y ropa a gente sin hogar, sobre todo en
poblados cuyo foco es la droga, además de hacer terapia con toxicómanos o ex
toxicómanos, muchos de ellos enfermos de Sida. Ellos ofrecen toda la ayuda
existente para que el infierno en el que viven los enfermos sea lo más
llevadero posible. «Quien juega con fuego se quema», dice el
dicho, y ellos ya se han quemado. Bokatas son como esa botella de agua
en medio del incendio. A pesar de toda la ayuda, los datos son
tristes: de cada 10.000 personas que consumen droga, solo 10 consiguen salir de
ella. Un claro ejemplo de ello es Jesús Gómez, al que nos presentan
como «Sandokan», quien ha podido salir de la droga tras 10 años de
adicción y reinsertarse de nuevo, formando parte de esta ONG, en la que también
participan estudiantes y voluntarios de todas las edades. ¿Por qué los jóvenes
se enganchan a las drogas, tanto a las blandas como a las duras? Sandokan,
junto con David, terapeuta de la ONG, nos dan unos factores: por
entretenimiento, por hacerse los mayores, por integrarse… «Quien juega
con fuego, se quema. Las drogas son muy atractivas y es muy fácil caer. Salir
de ellas es prácticamente imposible», declara Sandokan, quien lo ha
vivido en primera persona. Además, muy pocas personas admiten que están
enganchadas y, fieles a la frase «Yo controlo», no se dan
cuenta de que están enfermos. «Las drogas es una enfermedad, como la
ludopatía o cualquier otra adicción, solo que nadie te lo va a admitir», comenta
Sandokan.
Página web de Bokatas http://bokatas.org/ |
Aunque están acostumbrados a dar charlas
en colegios y a jóvenes adolescentes es importante concienciar a cualquier edad
de los peligros de estos consumos que van aumentando peligrosamente, ya que con
el tiempo, la adicción se va haciendo más fuerte. Como periodistas, nuestra
labor es informar de todos los datos, además de dar a conocer la labor que
hacen este tipo de asociaciones sin ánimo de lucro. Toda ayuda es necesaria
para evitar que niños y niñas de 13 años sigan bebiendo sin control, porque su
“diversión” les lleva a una muerte segura.
Nos quedamos con una frase de David: «Lo
material no da la felicidad; lo espiritual, sí. Aprovecha tu vida, es el regalo
más maravilloso que nos han dado».
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