viernes, 19 de marzo de 2021

Padres malos, hijos condenados

El Día del Padre, esa fecha especial en la que se felicita a todos los padres y que se celebra en homenaje a San José, padre adoptivo de Jesús, que cuidó y se hizo cargo de un hijo que, según la tradición cristiana, no era suyo propio, sino que era el hijo de Dios. Ese padre que le dio cobijo, protección, atención y amor. Algo que todos los padres deberían hacer pero que, en muchos casos, no hacen. 

Una gran cantidad de escritores tuvieron una mala relación sus progenitores, que en la mayoría de los casos derivó en una difícil infancia y posterior adolescencia, y que les produjo un vacío existencial a lo largo de su vida. Condenados a la depresión, a la tristeza, a la soledad, a la incomprensión, al abandono. Padres que abandonaron a sus hijos, que no aceptaron que se dedicaran a la literatura, que nunca reconocieron su talento, que abusaron física y psicológicamente de ellos, que hicieron de su infancia un tormento, rodeada de alcohol y violencia. 

Sylvia Plath cargó toda su vida con la muerte de su padre, con quien nunca tuvo buena relación y de quien no se pudo despedir. Se refería a él como “un nazi”, viéndose a sí misma como una judía atemorizada; o un “vampiro que le chupó la sangre”, quien tenía clavada “una estaca en su grueso y negro corazón”. Le dedicó varios poemas, entre ellos, Papi,  que según la biógrafa Anne Stevenson, se trata de un «feroz rechazo» de la figura paterna. Y también Electra en la senda de las Azaleas, en el que, identificándose a sí misma como la Electra de la tragedia griega, narra una de las visita a la tumba de su padre, enterrado en un albergue de caridad. Le acusa de que su muerte haya repercutido en su estado mental, lo que le ha provocado convertirse en el fantasma de "una infame suicida".

Sylvia Plath y sus padres 

Virginia Woolf intentó suicidarse con 13 años tras la muerte de su madre. El hecho de quedarse a cargo de su padre, un maltratador y dictador que tenía atemorizada a toda la familia, le supuso un auténtico terror que le acompañó durante toda su vida, sumado a la violación que sufrió por parte de su hermanastro. 

Virginia Woolf y su padre

Emily Dickinson sufrió abusos por parte de su hermano y de su padre. Éste último, además, quería que se casase con un conocido amigo suyo, 20 años mayor que Emily, y a quien ella rechazó.

Emily Dickinson y su padre



El padre de Rosalía de Castro, sacerdote de profesión, no quiso reconocer a su hija para que no se descubriese su origen eclesiástico. Por ello, fue inscrita como” hija de padres desconocidos”.

Allan Poe sufrió el abandono por parte de su padre cuando era tan solo un niño. David Poe, un actor frustrado y adicto al alcohol, abandonó a sus dos hijos y a su mujer, Elisabeth Arnold, quien estaba embarazada de la pequeña Rosalie. Debido a la prematura muerte de Elisabeth, los niños se vieron obligados a vivir con diversas familias. Poe adoptó el apellido Allan de su padre adoptivo, con quien nunca tuvo buena relación.

Allan Poe; su padre biológico, David Poe; y su padre adoptivo, John Allan



El escritor ruso Dostoievski perdió a su madre siendo muy joven, y quedó al cuidado de su alcohólico y depresivo padre, que murió trágicamente a manos de los campesinos que cuidaban de sus tierras.

Dostoiesvki y su padre 



Charles Baudelaire perdió a su padre cuando tenía 5 años. Su madre se volvió a casar por conveniencia con el comandante Jacques Aupick, un hombre frío y rígido. La relación entre ambos nunca fue buena y se profesaron un odio profundo. Baudelaire ingresó en el Collège Royal por orden de Aupick, quien no quería tenerle cerca. El poeta, a través de las cartas, reclamaba ayuda y amor a su madre, algo que jamás recibió por su parte. Este drama familiar le supuso una gran infelicidad y un vacío existencial que le acompañaría toda la vida. 

Baudelaire y el general Aupick


Larra siempre se sintió abandonado por su madre, pero también por su padre, un médico afrancesado de la Corte de Napoleón que tenía múltiples amantes. Tras el suicidio del escritor, su padre culpó a la madre de la muerte del periodista, acusándola de no haberse hecho cargo nunca de su hijo y de no haberle inculcado valores religiosos para que no cometiese tal acto. Casualmente, él tampoco se hizo cargo de su hijo. 

Larra y su padre



Zorrilla nunca tuvo relación con su padre, un magistrado de la Corte de Fernando VII de carácter autoritario e intransigente, que jamás aceptó que su hijo se dedicase a la literatura y no al Derecho. Esta mala relación llegó hasta la muerte de sus progenitores, algo que Zorrilla recuerda en sus escritos: «Mis padres mueren sin llamarme en su última hora ¡Dios me deja en la tierra sin el último abrazo y sin la bendición de mis padres! ¿Qué le he hecho yo a Dios? ¿Están malditos mis pobres versos?»


Kafka nunca tuvo buen recuerdo de su padre, a quien le reprochó su conducta abusiva desde que era pequeño, lo que derivó en su carácter retraído y atormentado. A él le escribió Cartas al padre, cuyo inicio ya es demoledor: «Queridísimo padre. Hace poco me preguntaste por qué digo que te tengo miedo. Igual que siempre, no supe contestarte, tal vez justamente por el temor que te tengo (...)» y donde se pueden leer frases de este estilo:

 «Como padre has sido demasiado fuerte para mí, y más teniendo en cuenta que mis hermanos murieron siendo niños y mis hermanas nacieron ya mucho después, de modo que hube de cargar con ello yo solo, para lo que era demasiado débil. (...) Tú sólo puedes tratar a un niño de la misma manera con que estás hecho: con fuerza, ruido e iracundia, y esto te parecía además muy adecuado». 


Padres de Kafka

El padre de Miguel Hernández nunca aceptó que su hijo quisiera abandonar el pastoreo para dedicarse a la poesía. Siendo el tercero de siete hermanos, Miguel puedo estudiar hasta el bachillerato. A pesar de que le ofrecieron una beca para que pudiese continuar con sus estudios, su padre la rechazó. Sin embargo, el escritor siguió leyendo a los clásicos gracias a un clérigo amigo de la familia y, a escondidas de su padre, dedicaba sus tardes a escribir en lo alto de una montaña.

Foto familiar de Miguel Hernández 

El padre de Rimbaud, un capitán de infantería, abandonó a su mujer y a sus 5 hijos cuando el poeta tenía 6 años. Este hecho marcó su infancia y adolescencia, puesto que su madre, Vitalie Rimbaud, fue una mujer de carácter fuerte y rígido, absolutamente obsesionada con la responsabilidad y la educación de sus hijos. Rimbaud, estudiante brillante y superdotado, creció en un ambiente asfixiante. De carácter rebelde, se había escapado varias veces a París, y con 17 años ya era adicto al alcohol y a diversas sustancias. A tan corta edad, su poesía se había vuelto intensa y atormentada,

Rimbaud y su padre

Edna O’Brien creció en una granja a las afueras de Irlanda, rodeada de una madre ultracatólica, firme defensora de que la escritura era un camino a la perdición, y un padre alcohólico, que gastaba el poco dinero familiar en el juego y en la bebida.

J.K.Rowling siempre ha recocido que tuvo una infancia infeliz, marcada por la enfermedad de su madre y la tensa relación con su padre, con quien no se hablaba. Con 25 años, su madre falleció, y dos años conoció al que sería su primer marido, con quien tuvo una hija y del que se acabaría divorciando. En un discurso en la Universidad de Harvard, confesó que esos fueron los peores años de su vida: su matrimonio había sido un fracaso, no tenía trabajo ni dinero, y tenía una hija que mantener. Confesó también que todo ello derivó en una fuerte depresión que incluso le hizo plantearse la de idea de acabar con su vida. 

J.K. Rowling y su padre 

Este es el ejemplo de que los padres no siempre quieren, no siempre cuidan, no siempre apoyan y no siempre están. No siempre es un día para celebrar. 


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miércoles, 17 de marzo de 2021

Vidas literarias: escritores que se convirtieron en película (III)

Retomamos el viaje donde lo dejamos. Próxima parada: Siglo XX





Pero no podemos abandonar del todo el Siglo XIX sin antes hablar de uno de los escritores irlandeses más ilustres: Oscar Wilde, el hombre más famoso de Londres y también el más incomprendido. Casado y con dos hijos, Wilde gozaba de una fama más que considerable y contaba con una gran reputación dentro de la burguesía inglesa. Pero esa imagen de familia feliz era falsa, ya que el escritor de 37 años estaba profundamente enamorado de también escritor y poeta Lord Alfred Douglas, un joven aristócrata de 21 años al que definen como “egoísta, vanidoso, frívolo, violento y malvado”. Douglas consiguió romper el matrimonio de Wilde, y también le introdujo en un ambiente lleno de delincuencia, engaños y maltrato, que le hizo incluso plantearse la idea del suicidio.

Wilde alcanzó un gran éxito con El retrato de Dorian Grey y su relación con Douglas era vox pópuli. La retrógrada y moralista sociedad victoriana no veía con buenos ojos la relación homosexual entre ambos escritores, entre ellos el Marqués de Queensberry, padre de Alfred, quien utilizó toda su influencia para iniciar una campaña de desprestigio contra Wilde. Ante tal presión, el escritor optó por denunciar ante los tribunales el acoso sufrido por parte del marqués, pero el tribunal se centró en un delito que consideraba mucho más importante: la homosexualidad, que estuvo penada con cárcel hasta 1959. En abril de 1895, un jurado dictaminó que Oscar Wilde era homosexual, y que dicho “delito” era mucho más grave que el acoso y la difamación ejercidos por el marqués, por lo que el escritor fue arrestado y acusado de indecencia grave. Se le condenó a dos años de prisión y trabajos forzados por “conducta indecente y sodomía”, pena que acabó cumpliendo en la prisión de Reading. Tras cumplir la pena y recuperar la libertad, se dio cuenta de que se había quedado sin nada: Alfred había intentado sacar dinero publicando las cartas de amor que Wilde le había enviado, su mujer había vendido la casa y se había marchado a Suiza con los niños, y todos sus “amigos” renegaban de él. Se había quedado solo, sin dinero y estaba gravemente enfermo.

En 2018, se estrenó La importancia de llamarse Oscar Wilde, título que juega con la obra escrita por Wilde en 1895: La importancia de llamarse Ernesto. El film se centra en la última etapa de la vida del escritor y en su declive tanto personal como profesional tras conocer a Alfred Douglas, su posterior condena y estancia en prisión, y sus últimos años de vida, adicto al alcohol, bajo una identidad falsa y sumido en la más absoluta pobreza y soledad.


Oscar Wilde y Alfred Douglas vs película 


La crítica reconoció el marcado dramatismo del film, y se refirió a ella como “un logro de enorme fuerza dramática” o “una absoluta maravilla”, y también alabó la interpretación magistral de Rupert Everett. A pesar de estar nominada a diversos premios, como el Premio del Cine Europeo a Mejor Actor o los Premios del Cine Alemán a Mejor Diseño de Vestuario, únicamente consiguió hacerse con el Satellite Awards a Mejor Ópera Prima.




Pero esta no es la única película basada en el escritor irlandés. En 1997, se estrenó Wilde, un biopic sobre sus inicios, su peculiar relación con Douglas y su posterior encarcelamiento. 

Oscar Wilde y Alfred Douglas vs película 



La crítica no fue tan amable con el film, protagonizado esta vez por el actor Stephen Fry, puesto que vieron reducida la historia sobre el escritor a su homosexualidad, su relación con Douglas, el juicio al que le sometieron y su estancia en prisión, dejando de lado otros aspectos también significativos de su vida.





Ahora sí: ¡Bienvenidos/as al siglo XX!

Comenzamos este siglo tan próximo sin salir de Inglaterra, y lo hacemos de la mano de una de las figuras más destacadas del modernismo anglosajón del Siglo XX: Virginia Woolf. 

Woolf perdió a su madre, Julia Stephen, cuando tenía 13 años. En ese momento, su hermanastra Stella asumió el rol de “madre”, pero falleció dos años después, con 28 años. Un tiempo más tarde, también falleció el padre de Virginia. Fue en ese momento cuando Woolf intentó uno de sus primeros suicidios al precipitarse por la ventana. Hay que señalar que su padre había sido un maltratador y un dictador que había tenido a toda la familia atemorizada. Este miedo estaba interno en Virginia y había aumentado desde el fallecimiento de su madre, puesto que tenía auténtico terror a su progenitor. Todos estos acontecimientos, sumados a la violación que sufrió por parte de su hermanastro, marcaron el resto de su vida.

Se casó con el también escritor Leonard Woolf, del que nunca estuvo enamorada, y un año después de la boda, intentó suicidarse con una dosis de Veronal. Los médicos atribuyeron su intento de suicidio a una enfermedad mental y, a partir de ahí, se caracterizó a Woolf de loca, depresiva y bipolar, teniéndose que someter a unas "curas de reposo" de lo más espantosas. Pero el último no sería un intento, sino que le acabaría costando la vida. Se llenó los bolsillos del abrigo de piedras y se sumergió en el río Ouse, del que nunca salió a flote.

Virginia Woolf y Leonard Woolf vs película 


En 2002, se estrenó Las horas, un film basado en la vida de Woolf a través de tres mujeres y tres historias cruzadas a lo largo del tiempo: la suya propia en los años 20; la de Laura Brown, una mujer ahogada en su matrimonio en los años 50 que, tras leer La señora Dolloway, se plantea dar un giro radical a su vida; y la de Clarissa Vaughan, la imagen actual de esa señora Dolloway, enamorada de su amigo, un poeta enfermo de Sida. 


Virginia Woolf vs película 


A pesar de que tuvo una buena acogida y fue nominada a numerosos premios,- Nicole Kidman se hizo con el Oscar a Mejor Actriz por meterse en la piel de Woolf-, la historia sobre la vida de Virginia se queda muy en la superficie, dedicándose únicamente a guionizar la imagen de depresiva, enferma mental y bipolar que se ha asociado a ella. 




Y de Inglaterra, nos trasladándonos a Estados Unidos de la mano de otra de las poetas y escritoras más importantes y admiradas de este siglo: Sylvia Plath. Plath perdió a su padre cuando era una niña y, aunque nunca tuvo buen recuerdo de su progenitor, al que se refería como un “vampiro que le había chupado la sangre”, el no haberse podido despedir de él y su ausencia desde una edad tan temprana le marcaron profundamente a lo largo de su vida. 


Sylvia Plath vs película 


Pero este no sería el único hombre en la vida de la escritora. Durante su época universitaria, conoció al también poeta inglés Ted Hughes, y lo que parecía una relación idílica y llena de amor, desembocó en un horrible matrimonio. Plath había tenido un intento de suicidio durante su primer año de universidad y eso había derivado en un shock postraumático del que nunca se recuperaría. Pero no solo eso, sino que el matrimonio con Hughes se hizo totalmente insostenible. Hughes maltrataba física y psicológicamente a Sylvia, a quien también engañaba con numerosas mujeres: una de ellas, su amiga y conocida Assia Wevill. A pesar de haber tenido dos hijos y haber sufrido dos abortos, -uno espontáneo y otro producido como consecuencia del maltrato ejercido por Hughes-, Sylvia se sentía traicionada, abandonada y encerrada en su casa, donde solo se dedicaba a cuidar y a limpiar por orden de su marido, quien a su vez no había dejado su trabajo y seguía dando conferencias y haciendo presentaciones literarias. También seguía siendo infiel a Plath, con Assia, a la que había dejado embarazada y a la que también engañaba a su vez con otras mujeres.

Sylvia Plath y Ted Hughes vs película 


Pero Sylvia quiso poner fin a su infierno, y con 31 años se quitó la vida abriendo el gas del horno de su casa. Dejaba dos niños de 3 y 1 año, una novela inédita y muchos poemas sin publicar. La mayoría de ellos no vieron jamás la luz, porque su marido se encargó de destruir y quemar todos los poemas y los diarios que ella había escrito durante tu vida, con el fin de que nadie supiera el infierno que Sylvia había vivido. A ojos de los demás, Hughes no había tenido nada que ver con el suicidio de su esposa.

Fotograma de Sylvia 



En 2003, se estrenó Sylvia, un biopic que recupera la figura de la escritora y que narra los episodios más duros de su vida: desde que conoce a Ted hasta su posterior suicidio. La dureza del film no ha pasado desapercibida para el público, que también ha destacado el carácter deprimente de la misma. La buena documentación, el trato respetuoso hacia la figura de la escritora y la interpretación magistral de los actores le han valido para consagrarse como una de las mejores películas sobre Plath. 




Pero no todo iba a ser tan bonito, y es que Frieda Hughes, la hija de Sylvia y Ted, escribió un poema titulado My Mother, en el que cargaba contra la decisión de haber hecho una película basada en la vida de su progenitora y también contra la dirección:

La están matando de nuevo.

(…)

Ahora quieren hacer una película

para cualquiera que no tenga la capacidad de

imaginar el cuerpo, la cabeza en el horno, los

niños huérfanos. Entonces

se puede rebobinar

para que puedan verla morir

desde el principio de nuevo.

(…)

Ver a alguien en la televisión

significa que todo lo que tienen que hacer

es presionar 'pausa'

si quieren hervir una tetera,

mientras mi madre aguanta la respiración en la pantalla

para terminar de morir después del té.



No abandonamos Estados Unidos, y seguimos nuestro recorrido literario por este siglo. Esta vez lo hacemos junto a Truman Capote, considerado como uno de los escritores más importantes del siglo XX y uno de los padres del New Journalism, quien consiguió combinar como nadie la realidad periodística con la ficción literaria. 

Truman Capote vs película



En 2005, se estrenó Capote, un film basado en una de sus grandes obras: A sangre fría. El escritor y periodista se obsesionó con una noticia que había visto en el periódico, en la que se informaba del asesinato de un matrimonio y sus dos hijos en una granja de Kansas. Acompañado por su amiga y también escritora, Harper Lee, comenzó a investigar el suceso, a recopilar datos y a entrevistar a los culpables del asesinato, a los que incluso visitó en prisión.

Truman Capote y Harper Lee vs película


La película, dirigida por Bennet Miller, fue un auténtico éxito, y consiguió hasta 48 premios, entre ellos el Oscar, el BAFTA y el Globo de Oro a Mejor Actor para Philip Seymour Hoffman por su brillante transformación en Truman Capote. El film combina todo lo necesario para convertirse en recomendable, puesto que aúna la vida del escritor- tanto su imagen pública, aquella que muestra siempre delante del ambiente lujoso y literario por el que se mueve, como también su parte solitaria y sensible, y su lucha contra el alcoholismo y la drogadicción-, como el trágico acontecimiento que sirvió de inspiración para una de sus novelas más icónicas. Aunque no ganó el Premio Pulitzer, algo que le supuso una gran decepción y tristeza a Capote, la novela se convirtió en un gran éxito y se consagró como el segundo libro sobre crímenes reales más vendido de la historia, solo por detrás de Helter Skelter, basado en los asesinatos cometidos por Charles Manson.





La novela también tuvo su propia adaptación cinematográfica, A sangre fría,  que se estrenó en 1967 y se encargó de narrar todo lo que Capote había recogido acerca del asesinato múltiple y la posterior detención de los culpables.




Pero estas no serían las únicas adaptaciones sobre el periodista y su novela. Un año después del estreno de Capote, en 2006, veía la luz Infamous o Historia de un crimen, como llegó a España. 

Truman Capote y Harper Lee vs película 


El argumento de la misma se centra nuevamente en el asesinato de la familia en la granja de Kansas y en la investigación que Capote lleva a cabo para escribir su novela. Aunque no tuvo mucho éxito en taquilla, la crítica alabó a los protagonista del film.



Continuamos el camino sin salir de EEUU, y David Foster Wallace es nuestro siguiente invitado. El escritor americano es considerado como la mente más brillante de su generación y autor de una de las 100 mejores novelas en lengua inglesa desde 1923, La broma infinita, que también ha sido incluida en la lista de las novelas más importantes del Siglo XX. Y, además, tenía buenos referentes. Uno de ellos, el poeta inglés John Keats, teniendo fijación por uno de sus poemas en concreto, Esta mano viviente,  que tenía como «piedra de toque de la buena literatura»

En 2008,  escribió un magnífico discurso para la ceremonia de graduación de la Universidad de Keynon, donde reflejaba la realidad próxima que les esperaba a los graduados, pero que seguía ajena para los estudiantes allí presentes. Mencionaba las numerosas actividades tediosas a las que las personas nos teníamos que enfrentar a lo largo de nuestra vida, como hacer la compra, tragarnos atascos diarios y aguantar a ciertas personas que fastidian en gran medida nuestro día a día. A pesar de ello, Wallace mantenía cierto optimismo que trataba de impregnar en los alumnos, a través de la libertad y la capacidad de decisión propia de cada uno, que repercutiría en gran medida en su felicidad. A pesar de ello, de ese falso optimismo, Wallace sacaba a relucir su más que sobrado pesimismo sobre la vida: «La verdad con V mayúscula tiene que ver con la vida antes de la muerte. Tiene que ver con llegar a los treinta años, o incluso a los cincuenta, sin querer pegarte un tiro en la cabeza». 

Parecía algo premonitorio, o quizá más bien algo premeditado, algo que haría tarde o temprano; y fue más temprano que tarde, puesto que, tres años después de escribir este discurso, Wallace se suicidó con 46 años. Pidió a su esposa que se marchase a hacer una gestiones y allí, en la soledad de su casa, escribió una carta, cruzó un patio y se ahorcó colgándose de una viga. En una entrevista posterior concedida por su padre, éste declaró que su hijo sufría depresión desde hacía 20 años y que se medicaba desde entonces. 

En 2015, se estrenó El fin de la gira, un film basado en los cinco días de convivencia entre Foster Wallace y un periodista de la revista Rolling Stone con motivo de la publicación de su novela, La broma infinita. A pesar de que la película no se centra en la vida del escritor ni saca a relucir su depresión, sí que ahonda en algunos de sus pensamientos y saca a la superficie su carácter, su visión de la vida y el motivo por el que, quizás, siempre llevaba su icónico pañuelo en la cabeza.


David Foster Wallace vs película


La crítica alabó tanto a la historia como a su protagonista, diciendo de ella que era como "una ventisca de desgarradoras reflexiones sobre la soledad, la fama y la ambición", pero también echó en falta el drama y el existencialismo vital tan característico en la figura de Wallace. Aun así, es de agradecer que se haya hecho una película sobre el escritor. 



Abandonamos EEUU y finalizamos este viaje en el mismo sitio donde lo empezamos con Shakespeare, esta vez de la mano de uno de los poetas y dramaturgos británicos más importantes de la primera mitad del Siglo XX: Dylan Thomas. Thomas, quien bien habría podido pertenecer al club de los Poetas Malditos con Baudelaire, Rimbaud y compañía, ha pasado a la historia como un mito de la literatura. Bohemio, adicto al alcohol y un renovador de la poesía y su forma de recitarla, vivió una vida corta pero intensa, y llena de excesos. Creció en un ambiente complejo y lleno de extremos. Por una parte, su padre, un profesor adicto al alcohol que le inculcó la pasión por la poesía. Por otro lado, Florence, una madre sobreprotectora que intentó que Dylan fuese un hijo modelo. Y su hermana Nancy, una actriz frustrada de la que se dice que "contagió" a Dylan ese carácter dramático. 


Dylan Thomas vs película


Estuvo casado con Caitlin MaCnamara, una joven y atractiva bailarina irlandesa, aunque por su vida pasaron muchas mujeres más. Una de ellas, su amor de juventud, Vera Phillips, con quien volvió a reencontrarse años después, estando ya casado con Caitlin. Esa vida de mito y excesos llegó hasta el fin de sus días. El poeta murió con 39 años, aunque las causas claras de su muerte están un poco difusas. Hasta nuestros días sigue llegando la leyenda de que el poeta se bebió 18 whiskies seguidos, lo que le provocó un coma etílico que le hizo fallecer cinco días después. Sin embargo, una de sus biógrafos salió a desmentir tal hecho, y afirmó que el poeta murió como consecuencia de una neumonía y de una negligencia médica, pues confundieron el delirio de la enfermedad con los efectos del alcohol. 

Dylan Thomas y Caitlin Macnamara (izq), y Dylan Thomas y Vera Phillips (dcha) vs película 



En 2008, la historia de Dylan Thomas llegó a la gran pantalla de la mano de John Maybury. En el límite del amor se configura como un biopic sobre la vida del poeta, su matrimonio con Caitlin y su reencuentro con Vera Phillips, su amor de juventud. Aunque ambos están casados, todo acaba derivando en una relación a cuatro y en un aparente e inocente intercambio de parejas. 

D.Thomas, Vera P. y Cailtlin M. en la película



El film, al que han catalogado de "brillante" y una de las "mejores películas del año", logró atrapar al público y a la crítica, que no dudó en señalar el trabajo de Keira Knightley (Vera Phillips) y Sienna Miller (Caitlin MaCnamara) como "la mejor interpretación de sus vidas". 



Ahora sí que sí, ponemos fin a este viaje por los escritores que se convirtieron en película. Hemos atravesados casi tres siglos y, aunque nos hemos dejado muchas otras historias por el camino, hemos disfrutado cada etapa y nos hemos detenido en cada vida, pues de todas siempre hay algo nuevo que descubrir. 

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jueves, 11 de marzo de 2021

Vidas literarias: escritores que se convirtieron en película (II)

¿Qué tal ha ido este pequeño descanso? ¿Seguimos conociendo las películas que se inspiraron en la vida de algunos de los/as autores/as más famosos/as? 



En el anterior post ya nos adentramos en el Siglo XIX con las hermanas Brontë, y ahora continuamos en este fascinante siglo que tanta inspiración ha aportado, y lo hacemos de la mano de dos poetas ampliamente conocidos en el Romanticismo francés, concretamente en la corriente simbolista: Arthur Rimbaud y Paul Verlaine.



Rimbaud y Verlaine 



En 1995, se estrenaba Vidas al límite (llegó a España un año después), una magnífica adaptación de la vida y relación amorosa de los dos poetas franceses. Un jovencísimo DiCaprio se metía en el papel del alocado y rebelde Rimbaud, quien estaba dispuesto a huir a París para dedicarse a la poesía y conocer a Verlaine, que había quedado fascinado no solo con los poemas que le había estado enviando, sino también con la belleza y frescura del joven. Verlaine ve a Rimbaud como una tabla de salvación, como una vía de escape a su fallido matrimonio y a su creación artística.

Rimbaud y Verlaine vs película 


A pesar de contar con buenos actores, la película recibió unas críticas bastante malas, que se referían a la misma como «entretenida, pero desperdiciada. Resultado más que irregular y pretenciosa» y la catalogaban de «muy poco poética», aunque resaltaban el magnífico papel de DiCaprio. Estuvo nominada a la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián, pero no consiguió hacerse con el premio.







Y del Romanticismo francés damos un salto al Romanticismo inglés con tres escritores ampliamente conocidos. En 1987, el director español Gonzalo Suárez se embarcó en un proyecto de lo más ambicioso: llevar a la gran pantalla la historia de tres de los poetas más importantes de la literatura inglesa: Lord Byron y su médico personal, Polidori; Mary Shelley y su pareja, Percy Shelley. Y no solo eso, sino acompañarlo de grandes actores y actrices tanto españoles como británicos. Así nació Remando al viento, que se estrenó en 1988.


Lord Byron y Percy Shelley vs película 



En ella aparecen varios momentos de la vida de los escritores y sus relaciones amorosas. Mary Shelley recuerda el viaje que ella, Byron, Percy, Claire Clairmont (hermanastra de Mary) y Polidori hicieron a Suiza y su posterior estancia en una villa cercana al Lago Leman. Durante las veladas, Byron propuso que cada uno de ellos escribiese un relato sobre fantasmas, y así nació el Frankestein de Mary Shelley, monstruo que acompaña a los protagonistas durante su estancia en la villa. También se muestra el funesto destino de diversos personajes, entre ellos, la muerte de Polidori, la de Allegra, (la pequeña hija de Claire y Byron), y el posterior naufragio que acaba con la vida de Percy Shelley.


Polidori, Mary Shelley y Claire Clairmont vs película



A pesar de que es de las pocas películas (o la única) que recoge el famoso viaje de los poetas, y que mantiene un guion original, -incluyendo en el inicio el poema Oscuridad de Byron- es cierto que, bajo mi punto de vista, se hace lenta y aburrida en algunos momentos. No obstante, el film tuvo una gran acogida entre el público y también en los galardones, ya que fue ganadora de 6 Premios Goya de los 12 a los que optaba: Mejor Dirección, Mejor Dirección Artística, Mejor Dirección de Fotografía, Mejor Diseño de Vestuario, Mejor Producción y Mejor Maquillaje y Peluquería. González Suárez repitió reconocimiento en el Festival de San Sebastián, y se llevó el premio a Mejor Director.





Sobre la figura de Mary Shelley existe otra película. En 2017, se estrenó el film homónimo Mary Shelley, un biopic sobre la vida de la escritora desde su adolescencia hasta su relación con el también poeta Percy Shelley.


Mary Shelley vs película 


A pesar de la que las críticas hacia la película son diversas, casi todas coinciden en que se trata de una reivindicación del feminismo e indispensable para ilustrar la cuestión de género. No debemos olvidar que la madre de Mary Shelley fue Mary Wollstonecraft, escritora y una de las precursoras del pensamiento feminista, autora de Vindicación de los derechos de la mujer (1792).





Seguimos por este fantástico siglo de la mano de uno de los mayores exponentes del Romanticismo inglés: John Keats. En 2010, se estrenó Bright star (brillante estrella, como así se refería a Fanny, título que también le dio a uno de sus poemas en 1819) de Jane Campion, una auténtica delicia de película basada en los últimos años de vida del poeta inglés y su relación amorosa con Fanny Brawn. El film es una auténtica maravilla y, sin duda, una de las mejores adaptaciones de vidas literarias que he visto. La banda sonora es absolutamente maravillosa, la actuación de los dos protagonistas es sobrecogedora, y los poemas de Keats sobrevuelan constantemente, creando un ambiente onírico. Además, las cartas que ambos se escriben son reales (y así se puede comprobar en el epistolario El Mundo roto), por lo que el guion es fiel a la realidad. La película tiene un aura mágica y especial, y es imposible no trasladarse al Hampestead de 1819-1821. El final, sin duda, es un acierto y es difícil no emocionarse ante tanta sensibilidad. Quizás una de las partes más mágicas de todo el film. 


John Keats y Fanny Brawn vs película 



"Bright Star satisface una necesidad que puede que no supiésemos que teníamos; la necesidad de una emocional historia de amor exquisitamente hecha, que une la pasión desgarradora a un formidable cine de contención” o “Íntima como un suspiro, inmediata como un rubor y universal como el primer amor” son algunas de las críticas y elogios que ha recibido la película, y no es para menos.


Keats y Fanny Brawn



Estuvo nominada al Oscar, al BAFTA y a los Critics’ Choice Awards a Mejor Vestuario, a la Palma de Oro a Mejor Película en el Festival de Cannes, y otras tres nominaciones en los Satellite Awards, incluida a Mejor Película. También consiguió una nominación a los Goya a Mejor Película Europea y se alzó con el British Independent Film Festival a Mejor Fotografía.

Es el ejemplo perfecto de que los premios no siempre son justos con las películas, que las películas buenas no siempre se llevan premios y que las que se los llevan no siempre son buenas. Sin Oscar, sin BAFTA, sin Goya… El film es absolutamente precioso. Nada más que añadir. Bueno, sí, solo una: imperdible. Es una de las cosas que tienes que ver en la vida, y si es con las cartas de Keats a Fanny y los poemas delante, mucho mejor.






Continuamos viajando por este sorprendente y maravilloso siglo, y lo hacemos junto a la poeta estadounidense Emily Dickinson, a quien su poesía apasionada, profunda y sensible la ha colocado como una de las poetas fundamentales de Estados Unidos, junto a Allan Poe y a Walt Whitman. Asimismo, fue una de las primeras mujeres en la historia de la literatura a quien se le reconoció su trabajo como poeta, a pesar de haber publicado a su muerte solo siete poemas de forma anónima. Pero su obra fue mucho más extensa, y fue su hermana Lavinia -«Vinnie»- la que descubrió las obras de Emily a su muerte guardadas en un cajón, garabateadas en trozos de papel o cosidas en cuadernillos.


Emily Dickinson vs película 



La figura de la poeta fue recuperada recientemente en Historia de una pasión (2016), un biopic de la vida de Dickinson desde su infancia hasta su momento cumbre como escritora, con la casa de sus padres en la que vivió la mayor parte de su vida como telón de fondo.


Emily Dickinson vs película 


La película, que no consiguió ningún premio, estuvo nominada al Goya a Mejor Película Europea en 2017. A pesar de ello, la crítica reconoció la historia, a su director y al reparto, y se refirieron a ella como “el mejor biopic posible de Emily Dickinson”, destacando su puesta en escena, su delicadeza y precisión a la hora de retratar a la escritora. También alabaron la “poderosa y profunda interpretación de Cynthia Nixon”.






Y de una mujer del Siglo XIX, a otra. En 2018, la Televisión de Galicia estrenó una película basada en una de sus poetas más ilustres: Rosalía de Castro. Grabada íntegramente en Galicia, Contou Rosalía, dirigida por Zaza Ceballos, se configura como la primera película sobre Rosalía de Castro y su marido, Manuel Murguía, que pretende enseñar la verdadera imagen de la precursora de la poesía española moderna, y alejarla de la idea de mujer triste, enferma y melancólica.

Rosalía de Castro vs película 


Habrá que esperar para ver a la poeta en alguna otra película, si es que algún día llega a la gran pantalla.



Finalizamos este pequeño viaje y descansamos hasta el siguiente, en el que abandonaremos el siglo XIX para dar un salto al XX. ¿Preparado/a para la tercera parte del viaje? Muy pronto. ¡No te lo pierdas!


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sábado, 6 de marzo de 2021

Vidas literarias: escritores que se convirtieron en película (I)

Las vidas de los escritores y escritoras atraen, eso es innegable. Muchos de ellos tuvieron una vida trágica,-a la par que interesante-, cargada de amores imposibles, frustraciones, enfermedades, soledad, abandono, incomprensión y misterio, y rodeada de un aura de sensibilidad, tinta y versos.

Muchas de estas vidas han servido de inspiración para hacer diversas películas y para recrear-con mayor o menor acierto-, la vida y época del escritor en cuestión. Bien es cierto que, en la mayoría de los casos, posiblemente, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.






Hay films para todos los gustos y sobre escritores de casi todas las épocas, interpretados por grandes actores y que han ganado numerosos premios. Aquí recogemos una pequeña muestra de ellos, que dividiremos en dos entregas, así que no te pierdas la segunda parte. ¿Te vienes a hacer este viaje cinematográfico y literario?


Siglo XVI- Barroco

La primera parada de este viaje la hacemos en la época isabelina, en pleno siglo XVI. Sobre todos los autores, destacó especialmente uno: William Shakespeare. Dramaturgo, poeta y actor, es considerado el escritor más importante en lengua inglesa y uno de los más reconocidos a nivel mundial.



William Shakeaspeare vs película 


Muchas de sus obras han sido convertidas en películas, pero acerca de su vida sobresale una ampliamente conocida: Shakespeare in love. La película de 1998 (que llegó a España un año después), dirigida John Madden, narra la vida de un jovencísimo Shakespeare (Joseph Fiennes) que apenas se gana la vida escribiendo e interpretando obras de teatro. Entre versos e inmerso en la creación de una de sus obras cumbre, Romeo y Julieta, se enamora de Viola de Lesseps (Gwyneth Paltrow) una joven doncella hija de un rico comerciante, que está prometida con Lord Wessex (Colin Firth). La chica sueña con ser actriz, algo prohibido para las mujeres de la época, y se presenta a una de las audiciones que Shakespeare convoca para encontrar al actor idóneo para interpretar a Romeo. Tal es su éxito que es llamado a escenificar la obra para la Reina Isabel (Judi Dench). Pero la historia guarda un amor prohibido y diversos secretos que los espectadores tendrán que descubrir. Aunque los personaje existieron realmente, la historia ha sido modificada y gran parte de la misma es ficción.





La película, que estuvo nominada a numerosos premios, consiguió alzarse con el Oscar a la Mejor Película, a Mejor Actriz Principal, a Mejor Actriz de Reparto, a Mejor Guion Original, a Mejor Banda Sonora, a Mejor Dirección Artística y a Mejor Vestuario. En los Globos de Oro también tuvo suerte, y consiguió llevarse el Globo de Oro a Mejor Película, a Mejor Actriz Principal y a Mejor Guion. Los Bafta tampoco se olvidaron de ella, y le concedieron el premio a Mejor Película a Mejor Actriz de Reparto y a Mejor Montaje.


Clip de Shakespeare in love 




Siglo XVIII- Primer mitad del Siglo XIX. Principio del Romanticismo

Segunda parada de este viaje literario. Damos un pequeño salto de siglo, y nos trasladamos al XVIII, casi principios del XIX. El Romanticismo empieza a florecer en las letras de los escritores de todo el mundo y, especialmente, en Reino Unido de la mano de Jane Austen.


Jane Austen vs película



Al igual que sucede con Shakespeare, muchas de sus obras se han convertido en película, pero una de ellas se ha inspirado en su vida. Hablamos de La joven Jane Austen (2007), dirigida por Julian Jarrold, que basa su argumento en el libro Becoming Jane Austen de Jon Spence. El film recoge, entre otros aspectos biográficos, la relación amorosa de la escritora inglesa (Anne Hathaway) con Thomas Lefroy (James McAvoy), un joven insolente, arrogante e impertinente, quien le sirvió de inspiración para su novela Orgullo y prejuicio. El matrimonio entre ambos no fue posible, puesto que la familia de Lefroy quería que se casara con una joven heredera que aportase una gran dote económica, algo que Austen no tenía.

Jane Austen y Thomas Lefroy en La joven Jane Austen


Con unos maravillosos exteriores rodados en Dublín, la película consiguió hacerse con el Truly Moving Picture Award y con el People’s Choice Award en 2007, pero también recibió críticas para todos los gustos. Por un lado, se reconoció el magnífico guion,-basado en biografías y cartas de la propia Jane Austen-, una espectacular banda sonora y un impecable vestuario del siglo XVIII. Por otro lado, se criticó que en la película aparecieran objetos propios del siglo XIX, cuando la historia se desarrollaba un siglo antes. Tampoco gustó demasiado que una actriz estadounidense como Hathaway interpretase con acento americano a una de las autoras británicas más importantes, lamentando así que se hubiese perdido la esencia de la escritora y que no se hubiese seleccionado a una protagonista inglesa, como lo fue Austen.






Avanzamos en este siglo XVIII hasta casi el XIX, y lo hacemos de la mano de los Hermanos Grimm, quienes formaron uno de los duetos más importantes del romanticismo alemán. Durante su trayectoria literaria, los hermanos se dedicaron a recopilar una gran cantidad de cuentos, fábulas, mitos y leyendas de tradición oral que recogían de lugareños y campesinos, y decidieron respetar las historias reales a la hora de reescribirlas y recopilarlas en diferentes antologías y volúmenes.

Hermanos Grimm reales vs película 



En 2005, se estrenó en España El secreto de los Hermanos Grimm, una arriesgada “biografía” de los autores dirigida por Terry Gilliam. En la misma, los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm se dedican a recorrer numerosos pueblos engañando y atemorizando a los lugareños con historias de espíritus y maldiciones, y fingiendo ser expertos en la práctica de rituales de curación y salvación. Pero la casualidad hace que un día lleguen a un pueblo en el que han desparecido misteriosamente unas diez niñas, ya que existe una maldición real causada por una bruja. Ambos deberán demostrar su valentía para enfrentarse a la amenaza y salvar a sus habitantes.




La crítica fue especialmente dura con el film, al que catalogaron de “fantasía enérgica y en caída libre”, a pesar de contar con buenos actores (Matt Damon, Lena Headey, Monica Bellucci, entre otros). Sin embargo, esta no era la primera película que se basaba en los Hermanos Grimm ya que, en 1962, se estrenó El maravilloso mundo de los Hermanos Grimm, dedicada quizás a un público más infantil, en la que aborda la biografía de los escritores a través de la interpretación de algunos de sus cuentos más famosos. El film llegó a estar nominado a los Oscar, con 4 nominaciones, y a los Globos de Oro como Mejor Película Musical.



Nos adentramos poco a poco en el Siglo XIX, pero no nos alejamos del mundo de los cuentos. Hans Christian Andersen, uno de los mejores y más importantes escritores de cuentos del siglo XIX, también tiene su película: El fabuloso Andersen de 1952, dirigida por Charles Vidor. Basada en la vida del escritor danés, cuenta la historia de cómo el mismo se ve obligado a abandonar el pueblo en el que reside por orden del alcalde, quien cree que Andersen es una mala influencia para los niños por narrarles sus cuentos e historias fantásticas.

H.A. Andersen vs película


El film obtuvo 6 nominaciones al Oscar y estuvo nominada a los Globos de Oro a Mejor Película Musical y a Mejor Actor. Además, recibió estupendas críticas y, a día de hoy, sigue teniendo muy buenas valoraciones. ¿Cómo sería una película sobre Andersen en la actualidad? ¿Tendría éxito o estaría cargada de acción y efectos especiales que acabarían con la magia e inocencia de su predecesora?





Cambiamos totalmente de rumbo, nos alejamos de los cuentos y nos adentramos un poco más en los inicios de este misterioso siglo XIX, esta vez de la mano de tres maravillosas e imprescindibles escritoras: las hermanas Brontë. Charlotte, Anne y Emily, representantes de la época victoriana, fueron tremendamente adelantadas a su tiempo, lo que le valió la feroz crítica de la sociedad. Hijas de Patrick Brontë, un reverendo de la iglesia anglicana, perdieron a su madre y a otras dos hermanas a causa de la tuberculosis. A pesar de ello, crecieron leyendo a grandes autores y pronto mostraron un excelente don para la escritura. 

Hermanas Bronté vs película 


Las hermanas Brontë (1979), dirigida por André Téchiné, narra las vivencias y experiencias de las jóvenes a través de los recuerdos de la hermana mayor, Charlotte. La película estuvo nominada a la Palma de Oro en el Festival de Cannes y obtuvo dos dominaciones los Premios César.





En 2016, BBC One (la televisión británica) estrenó una TV Movie sobre las hermanas Brontë titulada To Walk Invisible, que se centra en la vida de las autoras y en la difícil situación en la que se encuentran, con un padre casi ciego y el declive de su problemático hermano, Branwell, la joven promesa de la familia que se vuelve adicto al alcohol, consumidor de opio y quien comienza a mostrar conductas violentas con sus hermanas. Charlotte encuentra en la escritura un refugio y un modo de vida, por lo que propone a sus dos hermanas escribir una novela cada una.



Brandwell Brontë vs biopic 


Este biopic tuvo una gran acogida y unas muy buenas críticas, pero lo cierto es que existen muy pocas series o películas basadas en las hermanas Brontë. Quizá sea el momento de recuperar su historia



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¿Cómo ha ido este pequeño viaje? Muchos siglos, muchas historias, muchos personajes… Por eso, hacemos un alto en el camino para descansar, recuperarnos, ver estas películas y leer a sus autores, y en la siguiente entrada retomamos el viaje. Es importante coger fuerzas, que nos esperan casi dos siglos más, hasta llegar al Siglo XX. Guarda el billete y no lo pierdas. Pronto, muy pronto, segunda parte.


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