jueves, 27 de octubre de 2016

Tecnología al servicio de la educación ¿moda, herramienta o negocio?

La tecnología está muy presente, tanto en nuestro día a día como en las escuelas y universidades. La educación se ha vuelto tecnológica, y SIMO se encarga de hacerlo más palpable en su feria. La tecnología es una moda: para que sea un buen colegio es imprescindible que haga uso de las nuevas tecnologías y las tenga incorporadas en las aulas; también es una herramienta, tanto para estudiantes como para profesores, pero ante todo es un negocio, un gran negocio. Muchas empresas de tecnología como HP, Microsoft o Google han aprovechado este tirón para implantar nuevas herramientas dedicadas a la educación, pero con el fin de aumentar sus ganancias. También se han subido al carro las clásicas editoriales de libros escolares como Edelvives y SM, que se han dado un lavado de imagen y reaparecen conectadas a la era digital.

SIMO es el perfecto escaparate para demostrar que las tradicionales pizarras de tiza y borrador van a desaparecer en un corto periodo de tiempo, que los niños van a dejar de jugar con juguetes habituales y van a demostrar su creatividad dibujando en una gran alfombra digital, y también el casi adiós definitivo a las tutorías con los profesores y las típicas notas en la agenda para saber el progreso académico de sus hijos, que podrán seguir mediante una aplicación de móvil como Inika, “la nueva app para las familias”, cuyo estand estaba presente en la Feria y no dudaban en ofrecer información.

SIMO 2016 / Noelia Blanco Rocamora (propia)

La educación es uno de los pilares fundamentales de la sociedad, y eso lo saben las empresas. La educación vende, y vende mucho, porque es moda y herramienta, pero es un negocio: un buen negocio que se puede explotar mediante la publicidad a través de bolsas y mochilas de las empresas, los juegos virtuales que ofrece SM bajo el título ¿Sabes más que un alumno de secundaria?, los distintos regalos con los que obsequia Microsoft por asistir a sus charlas, la publicidad de su nuevo Windows 10 y también la venta de productos. La educación es una buena forma de poner a la venta productos electrónicos como ordenadores portátiles, fundas, cargadores y demás accesorios con descuentos golosos, además de ejercer de proveedores a las instituciones educativas interesadas en adquirir pizarras digitales y un sinfín de artilugios electrónicos que prometen una mejor educación.


Estánd SM / Noelia Blanco Rocamora (Propia)


Los tiempos avanzan y con SIMO parece que el futuro lejano que se representaba en las películas está cada vez más cerca, donde las máquinas incluso sustituían a los humanos por su gran efectividad. La tecnología es importante, puesto que muchos niños ya han nacido con ella y la sociedad exige nuevos método en todos los ámbitos, también en el de la enseñanza. Recorriendo los estands vemos que existen una gran cantidad de aparatos que ofrecen una realidad virtual en las aulas, donde grandes acontecimientos de la historia, como las dos Guerras Mundiales se pueden vivir casi en directo, debido a la ambientación, animación y efectos. Sin duda, es una buena forma para que los estudiantes asimilen y comprendan mejor ciertos conocimientos pero, ¿qué ocurrirá cuando la figura del profesor sea prescindible y sustituida por máquinas que explican, captan la atención y reflejan mejor los contenidos? En un futuro no muy lejano, los alumnos asistirán a clases impartidas por pizarras virtuales y pantallas con una voz en off, y la educación dependerá de la tecnología al máximo.
Muchas de las empresas representadas en SIMO tienen la clave de ello, y no dudarán en vender el futuro en las próximas ediciones.





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