Pablo Ramos / Imagen extraída de Linkedin.com |
La ilusión de unos estudiantes de segundo de
carrera y amantes del deporte les llevó a crear una página web de fútbol, que
ampliaron a una radio y una red social cuando comenzaron a tener más
importancia. Ser emprendedor es sacar
adelante el proyecto con esfuerzo, sin medios, sin dinero, apostando todo por
un sueño que puede acabar en un segundo o durar lo justo para sentirse
realizados, satisfechos, recompensados por todo el esfuerzo. Es necesitar la ayuda
y el apoyo de amigos y familiares cuando todo comienza a salir a flote e
incluso a subir mucho más. Los encontronazos con sus compañeros no dejaron de
surgir, pero Pablo abandonó el barco para subirse a uno mejor junto con otros
dos socios.
Ser
emprendedor es arriesgarse y fallar, es poner ganas e ilusión en un proyecto,
es no ver el límite, es salirse de lo establecido, incluso por la universidad,
es plantarse en Coca-Cola y buscar una financiación y un patrocinador, es
registrar una empresa e ir a un notario, es hacer una presentación ante los
medios. Es hacer todo eso con 20 años y sin tener apenas experiencia en nada.
Fruto de esa inexperiencia vienen los errores, errores de los que Pablo habla
como algo positivo: “hay que ver los errores como algo positivo. Trata de
diferenciarte, lo importante es el valor personal”, errores como vender el
proyecto a otra empresa a cambio de dinero y contrato de trabajo para los
empleados, pero que acabó siendo de meses en vez de los años que habían firmado
en el contrato. ¿Habían hecho bien en vender? ¿Y si hubieran seguido con la
empresa? Eso nunca lo sabrán, pero emprender es arriesgar.
Posaron de nuevo la
ilusión en otro proyecto llamado Minuto
116, donde llegó a cumplir ese sueño que rondaba por su cabeza mientras
estaba sentado como alumno en las mismas sillas que estamos nosotros:
entrevistar a los más grandes del fútbol, algo impensable para él. Y no solo
eso, sino conseguir contactos y conseguir la confianza de algunos de ellos para
futuras publicaciones. Los trenes pasan una vez y Pablo los ha cogido todos. El
periodismo deportivo es su sueño y su profesión, así como las redes sociales, y
ha conseguido aunar sus dos grandes pasiones trabajando en una agencia de
comunicación especializada en deportistas de élite. Llevar las redes sociales
de futbolistas ha sido su trabajo hasta hace poco, que ha decidido abandonar el
barco una vez más para coger otro, del que no sabe su destino, pero que le
traerá grandes satisfacciones.
Pablo
nos deja una frase grabada: “Lo más importante no son los proyectos, sino las
personas con las que los llevas a cabo”. Él, que ha trabajado en grupo, que se
ha arriesgado, que ha emprendido, que ha disfrutado de las oportunidades que le
han ido llegando y por las que todavía desborda ilusión cuando habla de ellas,
aunque fracasara, aunque cometiera errores, pero esos errores le llevaron a la
satisfacción de ir de acreditado al Santiago Bernabéu, al Vicente Calderón, a
entrevistar a Iniesta y a viajar para hacerle una entrevista a De Gea; también
para experimentar el periodismo, para aprender, para no cometer los mismos
errores y para ver las dos caras de su profesión, incluso la menos buena, la
parte mala del periodismo deportivo. Y aun así, seguir avanzando, seguir
creciendo y guardar en una mochila todo lo aprendido: los fracasos, los errores,
las experiencias, los amigos, los profesores y los conocimientos de las cuatro
asignaturas que más te llenaron en toda la carrera. En un futuro, todo te
servirá.
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