Iñaki Cano en Canal + / Imagen extraída de m.forocoches.com |
Su
pelo rubio, sus ojos azules y su lenguaje demasiado coloquial despistan con su
profesión- me apuesto lo que sea a que nadie hubiera sabido que era periodista,
pues no representa el prototipo de periodista- ¿Qué prototipo tienen realmente
los periodistas? Quizá tenemos en la cabeza el perfil de un periodista como
alguien mayor, repleto de experiencias, de vivencias por contar, que ha estado
en las situaciones más complicadas, que ha contado las noticias más
impactantes. Iñaki Cano no es así, pero también es periodista, y relata con orgullo
sus comienzos en el mundo de la información por cuenta propia, sin utilizar el
nombre de su padre.
El
perfil de Iñaki es el de alguien joven- 33 años- quizá la figura del periodismo
actual, el periodismo innovador, el periodismo libre. Iñaki es la representación
del periodista valiente, no el periodista de guerra, -el que cubre zonas en
conflicto permanente- sino otro tipo de valentía: el de luchar por un sueño. La
valentía de colarse en Marca para dejar su currículum personalmente, la de
presentarse a una entrevista de trabajo sobre periodismo deportivo
especializado en golf sin apenas saber nada de ese deporte, la de enfrentarse a
tu padre- periodista conocido y con más años de experiencia que tú- por
conseguir una entrevista de un jugador y salvar tu puesto de trabajo; la de
llevar la chulería y el descaro por bandera y no desechar ningún conocimiento. También
el de ser superdotado-al igual que su madre-dato que comenta en varias
ocasiones.
Ser
Iñaki Cano es acabar la carrera más tarde de lo previsto por querer comenzar a
palpar el periodismo que no está dentro de las aulas, a hacer prácticas, a
empezar desde abajo llevando cámaras, cafés y hasta bocadillos, a dedicarse a
narrar deportes sobre los que no sabía, a ser el último de la redacción, con el
que apenas contaban para cosas importantes;
a preparase partidos, a introducirse en la Fórmula 1, a conocer a gente,
a ampliar su red de contactos para conseguir llegar hasta donde está ahora, a
su sueño deportivo: a trabajar en Movistar Plus presentando un programa propio
sobre Fórmula 1 junto a Pedro de la Rosa. También a viajar cubriendo mundiales
de Fórmula 1 y los grandes acontecimientos de la NBA en EE.UU, entrevistando a
jugadores importantes y acudiendo a eventos privados. Pero todos los sueños tienen
un precio, y como bien dijo Iñaki, el precio a pagar por todo ello es no tener
vida propia, no quedar con amigos, no acudir a cumpleaños ni reuniones
familiares, romper una relación de 6 años con tu pareja por no tener tiempo,
casi no comer y mucho menos dormir. Los sueños y el periodismo no tienen
horario y exigen siempre una dedicación plena a ellos. Mientras muchos de los
aquí presentes sueñan con la vida de Iñaki, él nos enseña que en el Periodismo
hay que mirar, observar las cosas que a otro se le pueden pasar, que no podemos
desechar ningún conocimiento porque en cualquier momento lo vamos a poder
necesitar. Adquirir experiencia, nunca sabes qué camino te deparará el
periodismo. La charla acaba con numerosas preguntas, quizá de algunos que
seguirán sus pasos.
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