miércoles, 6 de julio de 2016

Una gota de lluvia aprisionada


La RAE define 'Maldito' como: "Perverso, de mala intención y dañadas costumbres, Condenado y castigado por la justicia divina. De mala calidad, ruin, miserable. Que va contra las normas establecidas". 

Llegó a mí por casualidad un artículo sobre piedras y sus propiedades. Concretamente, había que elegir la que más te llamara la atención  de un total de seis imágenes numeradas, y tu elección determinaría tu personalidad. Mis ojos se sintieron atraídos rápidamente por la imagen número uno: una preciosa piedra blanquecina y semitransparente con reflejos de distintos colores. Un trocito de cristal con destellos azules en medio, como si tuviera el mar dentro o hubiera robado un pedazo de cielo. Plinio, escritor italiano, decía de ella que era como “una gota de lluvia aprisionada”. Seguí leyendo la descripción de la piedra, lo que significaba mi elección: “Estás en busca de la libertad, de un lugar tranquilo para calmar tus sentidos y escuchar tu voz interior. Es posible que últimamente te hayas encontrado estresado y algo desconcertado. Al igual que este cristal este algo nublado puede que tu vida cotidiana también este un poco nublada. Tómate el tiempo que necesites para encontrarte contigo mismo”. Esa mágica y a la vez misteriosa piedra era la Opalita. Al parecer, era la gema más preciada del grupo de la Sílice, pero también una piedra maldita. 

Me puse a pensar en que, quizá, lo de ser maldita guardaba una estrecha relación con Los Poetas Malditos, hacia los que muestro una profunda admiración. Los Poetas Malditos fueron un grupo de escritores simbolistas llamados así por incorporar el mal propio del hombre en sus poemas. Tras investigar más sobre ello, me di cuenta de que no estaba tan lejos de encontrar una relación entre todo lo que iba apareciendo ante mí. La Opalita era conocida, entre muchos otros nombres, como “la piedra maldita”, pues se rompía muy fácilmente cuando era utilizada en joyería; también cuenta la leyenda que esta piedra provocó la muerte de cinco herederos en la Monarquía Española, y fue ofrecida a la Virgen de la Almudena para eliminar sus efectos negativos.

Después de mucho leer sobre ella, descubrí que no era tan maldita como decían. La Opalita aporta energía y tranquilidad, además de tener el llamado “efecto karmico”, devolviendo a su dueño los actos que realice en su vida, tanto los positivos como los negativos. No tienes que elegir a la piedra, sino que tienes que dejar que sea la piedra la que te elija a ti, y ella me había elegido entre otras cinco. A grandes rasgos, todos somos un poco malditos: muchos vamos en contra de las reglas establecidas y damos al otro lo que merece según se haya portado con nosotros, o al menos esperamos que el Karma haga acto de presencia. Algunas personas son Opalitas, pues aportan a nuestra vida energía y tranquilidad; otras, en cambio, sacan su parte más maldita: su mala intención y su manera de ser, ruin y miserable.

En cuanto a mí, creo que la piedra hizo una buena elección. Estoy en busca de la libertad -aunque es una búsqueda constante- y también hay días grises y nublados, como la Opalita, pero únicamente hay que tomarse el tiempo necesario para encontrarse con uno mismo. Solo de esa forma volverán todos los colores de la piedra en forma de sol. Dicen que Napoleón obsequió a su esposa Josefina con un ópalo llamado “El incendio de Troya” por sus colores vistosos, y que dicha piedra desapareció en extrañas circunstancias.

Mi piedra no desaparecerá en extrañas circunstancias, sino que querrá ser libre como yo. 

"El eterno transformó a la mujer deseada por tres dioses
en una nube mágica. 
Brahama le dio el azul del cielo, 
Shiva el rojo del fuego
y Visnú el resplandor del sol; 
entonces se formó el Ópalo". 

Poema hindú anónimo 


Todos los derechos reservados ©

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aquí puedes dejar tu aportación. Seguro que es maravillosa

/