lunes, 22 de septiembre de 2014

Si decides quedarte...

Quedarse. Dicen que es demasiado fácil, que lo verdaderamente difícil es irse. Pero a lo mejor no es cierto. Puede que incluso sea mucho más difícil quedarse. Quedarse en un sitio donde no quieres, quedarte con alguien a quien no quieres, quedarte para hacer cosas que no quieres... El "quedarse" en plan negativo siempre va acompañado de un "no quiero".

Por ejemplo, si te dijera que te quedaras, ¿lo harías? Tienes que ponerte en la situación de que ya te fuiste una vez y que, por una extraña razón que quizá nunca llegues a explicarme, volviste

¿Te quedarías esta vez si te lo pidiera? Estaría siendo egoísta, te estaría pidiendo algo que, a lo mejor, tú no querrías. Y ahí viene el "no querer".
Te parecía fácil el quedarte hasta que te lo pidiera. Pero no dudes que lo harías. Te pediría que no te fueras nunca, ni lejos, ni cerca, ni hoy, ni mañana, ni dentro de un tiempo... Simplemente que te quedaras. Yo lo hice y lo sigo haciendo; y probablemente lo seguiría haciendo si me lo pidieras ahora.

Porque a veces quedarse es dar una oportunidad que tú, en algún momento de tu vida, hubieras deseado que te dieran; es dársela a otra persona, es ser feliz viendo como otra persona es feliz gracias a ti, es cumplir tus sueños y los suyos, es seguir a pesar de todo, es quedarse y no irse, es vivir un presente pero pensando en un futuro, es no echar de menos. Es quedarse.

Aunque te suene egoísta, aunque estemos destinados a no estar, aunque esto se complique, se vuelva un completo caos, se descontrole, aunque pienses millones de
veces en irte y no volver, aunque todo explote de repente y pensemos que no se puede arreglar. Aunque pasen mil vidas y mil momentos, quédate.


Todos los derechos reservados ©

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aquí puedes dejar tu aportación. Seguro que es maravillosa

/