domingo, 26 de enero de 2014

VIDA

Bonita canción para cerrar este domingo, reflexionar sobre el fin de semana y pensar en general.

Sueña, ríe, baila, ama. Vive sin más

"Vida repleta de gente que nace, que vive, que viene y va".

"Y tan bonita es que a veces se despista..."


Quizás...

Bonitas dos líneas para esta tarde de domingo nublada en la que hasta al sol le cuesta salir y hacer algo productivo.

Doble cierre, doble llave. Doble olvido.





lunes, 20 de enero de 2014

Y a ti, ¿qué te define?

¿Alguna vez nos hemos parado a pensar en qué es lo que realmente nos define? Piénsalo por un momento ¿Estás seguro de que es eso que has pensado? No te define tu físico, ni tu familia, ni tus amigos, ni los comentarios de la gente, ni lo que digan o piensen de ti. Te defines tú mismo. Tu sonrisa, tu manera de hablar, de transimitir con palabras, gestos, miradas; tu personalidad, tu forma de ver las cosas. Eso es lo que te define.
Si la gente se parase a pensar tan solo un poquito en todo, en uno mismo, incluso en los demás, el mundo sería diferente. Muy diferente.Menos gente y más personas.
Algún día se conseguirá.

Me gustaría compartir este video que he visto por casualidad y que me ha llamado mucho la atención. Realmente es muy bonito, un gran ejemplo de superación y un claro
ejemplo también de lo cruel que puede llegar a ser la humanidad. Eso es evidente. Creo que Lizzie nos ofrece otra forma de ver la vida, de ver su vida y todos los obstáculos que ha ido superando, a toda esa gente que la quiso hundir, los malos momentos que ha pasado y todo lo que ha logrado a base de esfuerzo, ánimo y superación. 

De verdad que merece la pena verlo y pensar: ¿Qué es lo que realmente me define?








sábado, 11 de enero de 2014

Sin todo

Cerca de tu esfera, de la mía. Frío, calor, eternidad a tu lado, miedo, desesperación, sinfonías al compás del corazón, de tus ojos, de mi sonrisa, de la razón. Tanto que decir, pero el silencio se apodera de la situación. De los sentidos, de la armonía, del saber qué decir, qué callar, qué respirar. Cierras los ojos, respiras, sientes, vuelves a abrirlos. Todo igual. Seguimos girando, el mundo no para. Y sigues. Tú conmigo, yo sin ti. Incluso a veces sin mí. Sin reflejos, sin destellos, sin luz. Nada ilumina esto, todo se funde. Bombillas rotas, corazones abiertos, miradas de reojo, sin sentimientos, pero con amor. Amor sin sentimiento. Gran contradicción para nosotros. Sin tenernos, sin querernos, o sí, pero sin saberlo. O sin querer saberlo. Sin imaginación, sin pensarlo. Vamos decididos, de frente, sin frenos, Chocamos. O no. Todo depende de todo. De ti. De mí. De los puntos y las mayúsculas que nos separan. Del todo sin el todo.  

martes, 7 de enero de 2014

Me quedo al margen

¿Por qué el mundo es así? ¿Por qué esta sociedad se comporta de esta manera? No saben valorar a las personas. La gente hace verdaderos esfuerzos para conseguir algo, y los demás no se dan cuenta, o no quieren darse cuenta. ¿Envidia? El deporte nacional. Todos van a conseguir la medalla de oro, y más de uno ya ha subido al podio y tiene colección de ellas. ¿Celos? Quién sabe. ¿Ganas de ver caer a otro? Por supuesto. Eso siempre. Y a mí me dan ganas de gritar: ¡Imbécil! cada vez que noto que alguien no me valora, que no se da cuenta de lo que me ha costado algo. ¡No necesito tu aprobación ni tus felicitaciones! cada vez que alguien intenta quedar bien y decir algo por decir, pero que no se fija en lo de verdad. Pero tampoco se puede ir así por la vida. Lo mío es lo mío, y no lo hago por nadie, ni para que me feliciten, ni para que me den su aprobación, ni para demostrar nada. Lo hago por y para mí. Cuando aprendáis a valorar a la gente, justo ahí, empezaré a creer en el mundo y su progreso. Mientras tanto, me quedo al margen.


lunes, 6 de enero de 2014

Enjaulado, ¿el corazón?

"Malditos sentimientos, malditas las ganas de verte, de sentirte más cerca"- se decía Hailie una y otra vez. Se negaba a reconocer que había perdido el tiempo estando a su lado. Habían sido unos bonitos años con él, los más bonitos de su corta vida. ¡Claro que no se acababa el mundo! Pero para ella sí. Para ella, alejarse de él suponía el fin del mundo, del universo, de todas las galaxias infinitas habidas y por haber. Era un suceso trágico, quizás más trágico que todas las noticias juntas que salían en el telediario. ¿Qué iba a hacer ahora? Tenía que aprender a pensar en sí misma, en no dejarse llevar por romanticismos. No, nada de eso. Ni una película bonita, ni una canción de amor, ni siquiera su libro de poemas favorito. Lo dejaría por ahí, abandonado, que se llenara de polvo, como su pobre corazón. Solo, triste, sin nadie que lo abriera para llenarlo de nuevo de amor. Igual quedaría su libro de poemas, abandonado sobre la última estantería de su habitación.  Pero todo le rimaba, todo le sonaba bien. Seguía enamorada, y sabía que eso iba a ser muy difícil de cambiar. Odiaba todo en ese momento. Odiaba los te quieros, los te amos, le odiaba a él, se odiaba a sí misma. Y eso era lo peor. ¿Por qué tenía que odiarse a sí misma, si ella lo había hecho todo bien? Una chica responsable, con la cabeza en su sitio, pero el corazón perdido. Y así no se podía ir por la vida. "Todas deberíamos llevar el corazón encerrado en una jaula, como las de los pájaros, para que nadie se lo llevara y no saliera sin permiso. La caja torácica no hace bien su trabajo. Está para proteger a los otros órganos, pero no al corazón, aunque se empeñen. Mi corazón ahora está roto. ¿A quién le echo la culpa? Caja torácica, te odio"- repetía una y mil veces mientras chocaba su cabeza contra la pared lisa de su habitación.




Te echaré de menos toda mi vida

¿Habéis experimentado la sensación de echar de menos a alguien? Seguro que sí. Todos lo hemos hecho. Bien porque se hayan ido lejos, porque ya no son igual que antes, porque se haya roto una relación... Pero hablo de echar de menos, de sentir que te falta alguien, alguien a quien has querido con todo tu corazón, pero que hace tiempo que no ves. Amor a distancia, dicen. Echo de menos palabras dulces, tus abrazos una vez al año, tus preocupaciones, tus besos en la frente y en los labios, tu cariño, tu amor incondicional... Tan cosas que, pff, la lista seguiría, y seguiría... Pero duele, y dolerá siempre. Saber que quieres a alguien, pero que no puedes ni quieres volver a lo mismo, a estar con él pero sin él. Es difícil de explicar. Entra otra persona en tu vida. Tú le abres la puerta, le tiendes la mano, le dejas pasar. Eres consciente de todo, y algunas veces sería mejor no serlo, ni siquiera sentir algo. Pero lo sientes. Es algo distinto a lo anterior, y no sabes si eso es bueno o malo. Pero está seguro de algo. Va a ser completamente imposible olvidar lo anterior, aunque te empeñes, aunque te esfuerces... No, no y no. Te niegas. Incluso te planteas volver atrás, hacer como si nada hubiera pasado. Pero no se puede. Las cosas no funcionan así, la vida no va así. Y tú, tú siempre estarás en un huequito de mi corazón, ese que una vez ocupaste entero y fue tuyo. Y yo... Yo te echaré de menos toda mi vida.   



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