jueves, 31 de diciembre de 2020

Sinopsis del 2020

Este año, he sentido la necesidad de alejarme más que nunca de la gente, de apreciar el silencio, las calles vacías y poner la música más alta. De descubrir historias y ver la vida a través de los ojos de otras personas. De no hacer caso a los demás y de escucharme a mí misma. De perderme en momentos y encontrarme en muchos otros. De buscar refugio en las canciones, de sentir hogar en el confinamiento a Ben Howard, Eddie Vedder y unos cuantos más.

También me he preguntado que quién quiere ocultarse de lo desconocido y que quién quiere guardarse, si no existe enemigo. He comprendido que el fuego lo guardo yo. Y que, a veces, necesitas esta guerra para estar en paz. Y que lloverán más. Prepárate para las mareas

Me construí un palacio de cristal con pedazos de prisas y ausencias. Y comprendí que, rodeado de lobos, uno aprende a ser lo que la manada espera de él. Que algunas bases no resisten, y que un día me iré, me iré de verdad.

He sentido lo maravilloso que es capturar y contemplar atardeceres, ponerles banda sonora y esperar a que el cielo vaya cambiando de color. A verlo desde abajo, y también desde los sitios más altos.

He comprobado que mi vida cabe en unas cuantas cajas y que el caos a veces es orden, y viceversa. Que los extremos a veces son necesarios; y los contrastes, también. Que ver más allá te enseña, y que siempre hay alguien más dispuesto a hacerlo.

Que no había nada que quisiera ver ni hacer porque, fuera donde fuese, no estaría yendo a ninguna parte: tan solo estaría huyendo de otra.

Que mi color favorito depende del día, pero que hoy es el marrón. Porque el marrón significa calor, y no me imagino un color más bonito. Y que, la parte más fácil es pensar, arder y escuchar, pero la más difícil es que la mejor versión de mí es la que es imposible.

He aprendido que hay más cosas en el cielo y en la tierra que las que contempla mi filosofía, aunque también puede ser en el cielo y el infierno. Y me he preguntado que, si no es a los monstruos, ¿a qué le tengo miedo? También he pensado en aquellas cosas que, aunque se quieren, dan miedo tener. Esas que están ahí, esperando que alargues el brazo y las cojas, pero sientes tanto miedo de perderlas luego que nunca llegas a hacerlo. Y he llegado a la conclusión de que he decido hacerlo de todas formas.

Que hay mil maneras de llegar a alguna parte, pero que no todos los caminos son el correcto.  Que, a veces, lo mejor no está por llegar. Que está pasando.

 




/