miércoles, 17 de junio de 2020

A los momentos y personas verdaderamente importantes

Imagen propia

Quizá sea el momento de rebobinar, de echar la vista atrás, de ver todo lo recorrido, de aprender a valorar el presente. La vida es un camino con etapas y, como buen viaje, siempre está bien recordar todas y cada una de ellas, como el álbum de fotos de nuestras maravillosas vacaciones. De vez en cuando, todos deberíamos hacerlo, no solo para recordar lo vivido, sino para aprender de todo ello. Aprender, ¡qué bonita palabra!

Y este es el momento que yo he elegido para hacerlo, el momento en el que me detengo a mirar atrás y aprender. Quiero seguir valorando mi presente, nunca he dejado de hacerlo y jamás lo dejaré de hacer, pues creo que el presente es lo único que tenemos, aunque rápidamente pase a ser pasado y el minuto siguiente ya sea futuro. Es la única carta con la que podemos jugar, el preciso instante que puede cambiarlo todo: sí, es cierto, el presente es lo único que puede mejorar el pasado y elegir un futuro.

Y en mi momento de aprender, en el de valorar mi presente, las personas tienen un papel fundamental. Por supuesto que aquí no entran las que no están, ellas pertenecen a ese pasado; han sido importantes en mi vida, sí, todas ellas, para bien o para mal. He de decir que todas me han enseñado y de todas he aprendido, pero por un motivo u otro, ese conocimiento dejó de serme útil en el momento en el que la esencia de esa persona desapareció para siempre. Es por ello que solo quiero quedarme con las importantes, con las verdaderamente importantes, las que me hacen respirar, las que me enseñan que existe un mundo diferente al que nos muestran, las que me conceden la libertad de ser yo misma en todo momento, las que sonríen incluso cuando hago algo mal, las que no critican ninguno de mis pasos, las que brillan siempre y comparten su luz conmigo, las que admiran mis sueños e incluso son capaces de cumplirlos, las que aportan pasión a cada palabra, a cada gesto, a cada mirada; las que esperan por cualquier tontería y las que luchan por lo realmente importante. Las que, con una pequeña palabra, me hacen sentir grande.

No es necesario hablar de poesía a quien ha crecido entre versos, así que tampoco hay que recordar lo increíbles que son a aquellas personas que poseen todas y cada una de las cosas que he dicho. Es por ello que son las verdaderamente importantes en mi vida. Desde pequeña, me han enseñado a ser agradecida, a valorar de verdad todo lo que tengo, a ponerme en el lugar de todos aquellos que no tienen nada, aunque siempre he preferido pensar que siempre se tiene algo, solo que los demás jamás no lo sabrán apreciar. 


"Si la vida es un regalo voy a abrirlo 
con la ilusión de un niñoel día de los Reyes Magos. 
Ya sé qué me ha pasado, ya sé qué te ha pasado 
entre los palos y los años, nos han cambiado 
(…)  
Hay personas que son mapas, etapas 
y otras que cuando tienes problemas se escapan.
No necesitas capas para ser un superhéroe 
si ya aguantaste mil tormentas de la vida a la intemperie 
(…) 
¿Has visto esa montaña tan lejana? 
Tal vez no la subas mañana. 
Pero que esté más cerca, depende tan sólo de tus ganas, 
porque los sueños que valen la pena, no se regalan".

Free solo - Ambkor


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