lunes, 21 de julio de 2014

Era eso

Escribiendo estúpidos poemas en tu memoria, poniendo canciones a todas horas, leyendo una y otra vez los mensajes sin sentido. Me quedo mirando la pantalla sin saber qué escribir, y todo por tu culpa. No supiste estarte quieto. No supiste frenar.

Era todo un imposible, como intentar alcanzar la luna, como estar en dos sitios a la vez, como esperar a que pase algo que no pasa, como intentar quitar los pétalos a una margarita intentando que no se rompa. 

Como intentar sonreír sin ganas. ¿Sabes eso? Es como fingir un abrazo, un te quiero, un "no tengo ganas de verte" y morirme por hacerlo. Es algo que, simplemente, no puedes. 

Es como escribirte cientos de cosas, de ideas, de pequeños discursos, de pensamientos, y esperar a que los leas, es como pensarlos y esperar que los adivines, que sepas lo que he puesto. Es la esperanza de saber que todo ha servido de algo, que todo sirve de algo. 

Es como intentar odiarte y hacerlo. Como desear no querer estar contigo, buscarte mil defectos, decirte mil tonterías, observarte y sentir que no, que no es posible y que no quiero. Aunque en realidad sí, pero no para siempre. Tan solo para un rato. ¿Cuánto? No lo sé. ¿Por qué? Porque probablamente me cansaría de ti, pero seguiría con la certeza de que eres mío, aunque ya no lo fueras, pero al menos lo habías sido. 

Es como esperar un "te echo de menos" que no llega, y que no llegará. Aunque tampoco lo quiero. O sí. O ya lo pensaría cuando llegara. Como montones de fotografías en ráfaga, esas que no dan tiempo a verlas, pero sigues con la esperanza de que alguna de ellas haya salido bien. 

Es eso. Es como intentar olvidarte y no poder.


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